POST SCRIPTUM

Eduardo Dalmasso.

Estamos inmersos en los efectos  de un impactante cisne negro. Nos  aparece en medio de una transformación tecnológica y científica que está poniendo en jaque las economías de mayor desarrollo y por cierto la de los países emergentes. Al mismo tiempo la oposición de intereses que se han revelado durante la presidencia de Trump respecto a las políticas precedentes  que avalaban el desarrollo transcontinental  de los grandes grupos económicos y el sistema financiero, obligó a China a ceder posiciones  y acordar en términos de capitulación.

Sin embargo China es un Gigante muy difícil de desestabilizar y por su dimensión y ensamblaje fundamental para el funcionamiento  de la economía capitalista global.  La realidad es que la depresión económica  estaba  azotando a todo el sistema que paliaba la misma,  con emisión monetaria y endeudamiento que llega a un  nivel superior al preexistente al del 2008. EEUU exhibía una recuperación del empleo de características precarias y seguramente estará obligado a tomar medidas drásticas para preservar su hegemonía.  La fortaleza de EEUU en términos relativos se sostendrá  en mi estimación, en la medida que su moneda sea la moneda de reserva y de cambio mundial.

No sólo esta crisis estructural apareció en el firmamento, la guerra del petróleo entre Arabia Saudita y Rusia es otra manifestación  de los antagonismos que van surgiendo por la sucesión de cambios en la estructura productiva mundial.  Esto se agudiza por el sistema de extracción (fracking) desarrollado en EEUU, que al cubrir gran parte  de la demanda interna pone en jaque el mercado del petróleo. De esa guerra la caída del precio en términos drásticos y su efecto dominó.

Dentro de esa breve síntesis de situación que he esbozado, aparece  y se desarrolla la Pandemia del Corona Virus, pandemia que rompe con el ensamblaje de la economía mundial, con graves consecuencias en algunos de los países  desarrollado y mucho mayor impacto en los emergentes.  Tomemos a título de ejemplo el derrumbe del Turismo.

Problemas en Sudáfrica, problemas en Turquía, problemas en México  y numerosos más. Esto significa pobreza creciente  y dificultades para sostener la paz social. También es posible que haya un cambio en las pautas de consumo y tensiones en la vida democrática. En situaciones extremas todo se pone  en cuestión.  Pensemos que hay países que dependen significativamente del turismo y que aunque este se rehaga la caída en cadenas será lo más probable.  U  otros que dependen delos mercados de los países centrales para sostener su cadena productiva primaria e incluso secundaria, con el consiguiente efecto si  estos disminuyen abruptamente el nivel de demanda.  Sin duda estas situaciones emergentes  obligarán a repensar la generación de políticas de Estado para poder rearmar y defender el empleo. Por eso hablo de tensiones crecientes.  Lo peor que el nivel de complejidad nos lleva a pensar junto con Nassim Taleb  (Autor del Cisne Negro) que la posibilidad de cisnes negros es muy alta.

Que sería lo fundamental, rescatar la inteligencia económica, política y social para evaluar las estrategias posibles y defender  a la población. Pareciera en primera instancia que los Estados Nacionales van a  acrecentar su valor, pero atención:  la evolución tecnológica y la integración económica están  configuradas para ser Globales,  el cierre puede llevarnos por caminos insospechados.

Mientras tanto, al igual que en la edad media, estamos encerrados, nos llegan todo tipo de teorías, tenemos miedo, en el mejor de los caso aprehensión, elucubramos como vamos a cambiar de vida y pensamos en cuanto nos va a afectar la pandemia. Eso sí estamos en condiciones  de pensar, amplios sectores de las sociedades emergentes, ya se están preguntando como paliar el hambre.  Por eso la necesidad  de concebir políticas públicas que no derrapen a  inflaciones muy altas e incluso a la  hiper,  lo más rápidamente posibles  para afrontar una situación impensable y por cierto a la propia crisis económica.  Por lo pronto las iglesias están cerradas.  Las oraciones se  gestan en los domicilios particulares y por las redes sociales.

Marzo 27 del 2020