ARRANCAR CON TU CREATIVIDAD EN CUATRO PASOS SIMPLES
ARRANCAR CON TU CREATIVIDAD EN CUATRO PASOS SIMPLES
Por: Eduardo Kastika
LA ANÉCDOTA
Una amiga mía, Florencia, me preguntó, un día, cómo podía ser más creativa.
Ella es Ingeniera en una empresa de tecnología. Le va muy bien. Es decir, maneja bien su rol de Jefa de Proyectos. Sin sobresaltos. Es resolutiva, sólida, analítica, buena profesional. Pero siente que le falta algo.
Le recomendé cuatro cosas. Bien prácticas y concretas. “Recetas”, como ella me pidió:
– “Vos decime lo que tengo que hacer concretamente. Recetas prácticas, nada de ‘verso’”.
LAS RECOMENDACIONES
No quise discutir con Florencia explicándole que las macanas más grandes se dicen en forma de receta. Al fin de cuentas ya era, para ella, un gran avance recurrir a mí para que le diga qué hacer con su creatividad.
Las cuatro recetas le gustaron. Y así es como empecé a usarlas (con variantes, obvio) cada vez que alguien me pregunta en charla de café qué puede hacer con su creatividad.
Aquí van, en su estado original, tal como se las dije a Florencia:
- Deberías dedicar algún tiempo fijo por semana a pensar ideas. Sólo a pensarlas y a escribirlas, dibujarlas o esquematizarlas. No hace falta que sea mucho tiempo. Media hora un par de veces por semana, por ejemplo. Pero tenés que ser constante.
Para la creatividad, la regularidad es clave. Y también es clave la concentración: media hora parece poco, pero 30 minutos sin distracciones (whatsapp, redes, llamados, interrupciones, mascotas…) pueden ser super eficientes.
- Me parece que sería bueno que te capacites en alguna actividad que sea extra a tu profesión, a tu trabajo. Algo que te motive y que te brinde una mirada distinta de las cosas: un idioma, apreciación musical, carpintería, negociaciones internacionales, lo que te guste.
Me refiero a una capacitación formal, no al hecho de ver un par de tutoriales en YouTube sobre Ukelele.
Esta capacitación tiene un doble sentido: incorporar nuevos conocimientos y puntos de vista pero, también, sentir un avance real en algo bien concreto (curso de fotografía, por ejemplo). La sensación de progreso cuando tu Profe te felicita, a los dos meses, por lo bien que te salió una toma, es una forma de motivación que no se reemplaza por un buen feed back de tu jefe en la empresa.
- Creo que podrías “airear” un poco tu circuito de influencias. Así como me estás escuchando a mí, deberías tener tres o cuatro personas con las que puedas hablar de igual a igual, con cierta regularidad sobre tu creatividad, sobre tus proyectos, sobre cómo mirás los problemas y oportunidades: musas inspiradoras, personas que te empujena ser más creativas, personas que estén de tu lado.
No busques lo más cómodo: tu prima querida que te dice que sos una genia, hagas lo que hagas, por ejemplo. Está buenísimo para momentos en que necesitás algún mimo y levantar la autoestima. Pero, para crecer en serio con tu creatividad, precisás personas que jueguen a tu favor y, a la vez, puedan remarcarte cuáles son las cuestiones que podés mejorar, cambiar o ver de otra manera.
- Y tan importante como lo anterior, creo, es que intentés revisar un poco cuáles son tus proyectos dentro de tu trabajo,dentro de la empresa. Más allá de las obligaciones cotidianas. Tus prioridades: ¿están alineadas con lo que te hace sentir más creativa? Si te sentís estancada: ¿no deberías “subir la apuesta”?
Si bien es más fácil pensar en tu creatividad más allá de tu ocupación actual, el desafío más interesante es cómo podés hacer avances capitalizando las circunstancias en las que estás ahora. En especial, porque en trabajo te estás desempeñando bien. Por supuesto, podés decidir cambiar tus circunstancias. Pero un modo de evitar caer en la zona de confort, es aceptar, al menos provisoriamente, el desafío: ¿y si intento ser más creativa conviviendo con los proyectos en los que estoy siendo más productiva?
Hacerte lugar para estos cuatro desafíos es hacerle lugar a tu creatividad.